martes, 9 de junio de 2015

Misión 59J313


  • Objetivo 1: Averiguar quién realiza llamadas a las 3 de la mañana al teléfono del despacho de Tido.
  • Objetivo 2: Poner fin a dichas llamadas.
  • Agentes para la misión: Lirv y Alon
El caso es claro. Cada día (o más bien cada noche), a las 3:00 a.m. suena el teléfono del despacho de Tido. Éste se despierta, pero cuando descuelga no hay nadie al otro lado de la línea.

Antes de nada, una aclaración. Tido no duerme en su despacho por algún tipo de "dedicación al trabajo" ni nada parecido. Más bien, le tiene miedo a Lyn, que en cuanto aparece por El Hogar comienza a regañarle por cosas tales como tener la cama llena de migas o vaciar la nevera en mitad de la noche. Así que para evitar el enfrentamiento duerme en su despacho. Y cada noche el timbrazo le despierta a las 3.

Por eso llama a Lirv y Alon a su despacho, para que averigüen quién le llama y eviten que vuelva a ocurrir. En cuanto les informa del caso, Lirv hace una pregunta.

–¿Ha pedido a Nata que mire el registro de llamadas o la rastree, señor?

Viendo que Tido se ha quedado medio en shock, Lirv asume que no lo ha hecho. Así que pregunta a Nata directamente, y éste le dice que, de hecho, no hay registros de que ese teléfono reciba ninguna llamada a esa hora.

Tras un momento callado y pensativo, Lirv propone que esa noche Tido duerma en El Hogar mientras que Lirv y Alon pasan la noche en el despacho. Al principio Tido se niega, pero Lirv le convence diciendo que hablará con Lyn.

Quedan en eso, y los tres se disponen para pasar la noche fuera de su lugar habitual. A la mañana siguiente se reúnen de nuevo.

Lirv y Alon han dormido bien, asegurándose de que al menos uno de los dos estuviera despierto a las 3. Sin embargo, el teléfono no ha sonado en toda la noche.

En cambio, TIdo está desesperado. Afirma que tras echar a las hormigas de su cama y empezarse a dormir, el teléfono de su habitación sonó. Exactamente a las 3 a.m.

Con una media sonrisa, Lirv le pide su teléfono móvil. Una vez en su mano, lo manipula un momento antes de devolvérselo a su dueño. Afirma que el problema está resuelto y él y Alon salen del despacho. Una vez en el pasillo, explica al asombrado Alon lo ocurrido.

–Tenía la alarma del móvil encendida.

Estado de la misión: exitosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Recuerda que en éste blog no están permitidos los enlaces de ningún tipo. Si en la moderación de los comentarios encontramos alguno, procederemos a borrar vuestra aportación.
Lamento la situación, pero la ley nos obliga.