Es común pasar la mitad del año planeando las vacaciones, generalmente las del verano. Sin embargo, en algunos casos no es posible.
Si bien para muchos (lo cual se refleja en algunos convenios) la elección o asignación (según los casos) de las vacaciones ha de realizarse alrededor de febrero, no en todas partes es así. El motivo para que lo fuera es sencillo: permite organizarse antes y mejor, así como alquilar habitaciones o casas de veraneo. Al mismo tiempo, para las empresas que no sólo no cierran en periodo vacacional, sino que precisan de que todos sus puestos de trabajo estén cubiertos, esto da tiempo a organizarse y saber con exactitud cuántos sustitutos y con qué cualificaciones serán necesarios para cubrir a aquellos de vacaciones.
Por tanto, todo el mundo se ve beneficiado.
Sin embargo, aún existen empresas (tanto grandes como pequeñas) que no lo ven así, y en las que no se deciden los turnos de vacaciones hasta el último momento, con las consecuencias que ello supone.
¿Por qué sigue ocurriendo? Parece que esa es una pregunta que quedará sin respuesta...
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Lamento la situación, pero la ley nos obliga.