Publicada originalmente el 16 de diciembre de 2008, por Erebyel
Basado en un hecho real
El pobre imperdible estaba asustado, porque ya se habían llevado a casi todos sus amigos y no sabía quien sería el próximo.
Un día, la cajita se abrió y volvió a aparecer ese monstruo de cinco extenciones. ¡Le había tocado! : ¡Fue él el elegido!.
El imperdible se revolvió todo lo que pudo para deshacirse de la terrible mano. Intento resistirse pero ella consiguió destrabar su pequeño cuerpo y abrirlo para clavarlo en dos trozos de tela. Ahora tendría que mantenerlos unidos siempre.
El imperdible aguantó día tras día, lavado tras lavado, uniendo esos trozos de tela que pugnaban por separarse; pero un día no pudo más: se soltó, agotado de su labor.
Cayó al frío suelo, quedándose solo allí, muy quieto y llorando: no quería acabar sus días así. Quería volver a su cajita de plástico, donde sabía que encontraría de nuevo a sus amigos imperdibles.
Pero eso ya no iba a poder ser.
pobreciiiiiiiiiiiiito. nadie kiso adoptarlo
ResponderEliminarTú. ¡¡¡Que tenías prisa y no me dejaste acogerlo!!!
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