martes, 19 de mayo de 2015

Misión 59J311. Parte 3


  • OBJETIVO: hablar con la amante del Embajador
  • Agentes para la misión: Alu y Alon
Terminado el espectáculo de Tormenta Tropical, le hacen una seña para que se siente con ellos en la mesa en que han estado esperando.

–Gran espectáculo, señorita Tropical –le alaba Alu.

–Por favor, llámame Tormenta –replica la otra con una sonrisa, alagada. Después observa a Alon. Se debate por un momento, hasta que finalmente se decide a preguntar–. ¿Le pasa algo o es que a él no le ha gustado?

Prácticamente desde el momento en que entraron en el local, Alon ha permanecido con los ojos fuertemente cerrados. Alu no está segura de si era porque si los abre lucharía con los asistentes por tener malos pensamientos sobre las bailarinas o por si él mismo tendría esa clase de ideas al permitirse mirarlas. De cualquier modo, su actitud le deja todo el trabajo a ella.

–Tú ignórale, él es así de raro –conmina a la chica–. Supongo que sabrás que si estamos aquí es porque la muerte del Embajador no ha sido fortuita.

–Lo imagino –responde Tormenta–. Pero no comprendo cómo puede ser así.

–¿Y eso por qué?

–Verás, sé de buena tinta, por eso de que yo era su amante y tal, que el Embajador habría muerto de todas formas en un par de semanas.

–¿Y eso?

–Estaba enfermo –le confía ella bajando un poco la voz–. El médico le había dado poco tiempo de vida.

En este momento, suena el teléfono de Alu, quien se apresura a contestar al ver que se trata de su hermano.

–¿Qué ocurre? –pregunta–. ¿Averiguasteis algo? –Frunce el ceño tras oír la respuesta antes de replicar–. Eso no tiene sentido. Si hubiera sido el Clan... Ni ellos serían tan idiotas para asesinar a alguien que ya se iba a morir. No es profesional. Tuvo que ser algún otro.

Estado de la misión: en proceso

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Recuerda que en éste blog no están permitidos los enlaces de ningún tipo. Si en la moderación de los comentarios encontramos alguno, procederemos a borrar vuestra aportación.
Lamento la situación, pero la ley nos obliga.