Antes de comenzar, quisiera especificar a qué tipo de llamadas de teléfono me refiero. Hablo de esas producidas por las grandes compañías, especialmente por las compañías telefónicas. Esas llamadas que puedes recibir a cualquier hora, casi cualquier día (una vez llamaron en sábado, cosa que en teoría está prohibida) y que suelen comenzar con un "¿hablo con el titular de la línea?", en ocasiones sin un saludo previo.
Existen varios estilos en estas llamadas, incluso en la misma compañía. Por un lado están los educados, que saludan amablemente antes de preguntar por el titular, y que te piden perdón por molestar si les dices que no te interesa lo que ofrecen. También están los insistentes, que dan la impresión de que digas lo que digas (incluso si dijeras que han interrumpido tu suicidio) seguirán diciéndote que les contrates. Entre ambos, supongo, hay muchos términos medios. Pero luego están los que cuelgan, supongo que porque cuando tú descolgaste y preguntaste no les habían pasado la llamada y no te oyeron; éstos, en lugar de asegurarse de si hay o no alguien al otro lado de la línea, cuelgan sin preguntar.
Entiendo la necesidad de estos telefonistas, de verdad. Cuando estás a gusto (o acostumbrado) con las condiciones de tu contrato no buscas encontrar otras. Y a veces hasta ofrecen cosas interesantes. Pero cuando llaman de una a tres veces al día, de lunes a viernes (y un sábado) durante casi dos meses... Algo falla. Y es que, seas educado, les mandes a la mierda o les cuelgues directamente, no pillan la indirecta.
Bueno, os dejo que están llamando. Mi vidente interior dice que será Jazztel. La verdad es que hoy ya estaban tardando...
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Lamento la situación, pero la ley nos obliga.