domingo, 26 de abril de 2015

Finde Nostálgico: Sagas familiares. Discusión

Publicada originalmente el 13 de octubre de 2008, por Araxis

Después de una breve charla a solas entre Tagne y Bacnuss, decidieron ponerse en marcha antes de comer. No andarían mucho ese primer día, pero al menos cambiarían de lugar. Al caer la noche montaron el campamento. Mientras Cóvex se alejó para ir a por agua, Bacnuss se acercó a Tag para hablar con ella.

—No deberías tontear por ahí con ese humano. Y menos aún sabiendo de quién es hijo.
—No voy por ahí tonteando con nadie. No soy una niña, ya sé que puede resultar peligroso.
—Entonces, ¿por qué vas a acompañarle al castillo?
—¿Quién te ha dicho que vaya a acompañarle hasta allí? ¡No entraría en ese castillo ni loca! Ya sabes lo que me harían.
—Es peligroso acercarse a dos días a pie. Y tú pretendes ir hasta la puerta y llamar.
—¡Y dale! Te he dicho que no pienso acercarme al castillo. Sólo quiero acompañarle hasta una distancia prudencial. No te preocupes por mí, ya sabes que sé cuidarme sóla.
—De acuerdo, haz lo que quieras. Pero calculo que mañana llegaremos a la bifurcación, y entonces tendrás que quedarte sóla.
—¡Ya te he dicho que no soy ninguna niña!
En ese momento notaron que Cóvex había vuelto, por lo que dejaron de discutir, aunque Bac le susurró al oído antes de alejarse:
—No dejes que te atrapen.
Al terminar de cenar, Bacnuss se alejó para ir a estirar las piernas. Al menos eso es lo que dijo, pero parecía que era para evitar discutir delante de Cóvex. Éste, tras verle desaparecer entre unos árboles, se acercó a Tagne.
—Me gustaría saber si... si lo de antes era por mi culpa. La discusión —aclaró, al ver que ella le miraba desconcertada.
—No te preocupes, no tenía nada que ver contigo. Lo que ocurre es que Bac es demasiado protector. —Tras una pausa, continuó—. Si no te importa, voy a acostarme, estoy cansada.
Y sin más dilación se echó, algo alejada del fuego, con forma de lobo.
A la mañana siguiente, desayunaron y se pusieron en marcha temprano. Cuando ya llevaban horas andando, llegaron a un camino que se alejaba un poco del bosque por donde iban. Poco rato después llegaron a una bifurcación. Allí se pararon.Intuyendo que los otros querrían hablar a solas, Cóvex se adelantó por el camino de la derecha, el que llevaba al castillo, y paró lo suficientemente lejos para dejarles algo de intimidad. Desde allí pudo ver cómo volvían a discutir pero, al final, se abrazaron, dijeron algo más y se separaron. Tagne se quedó mirando cómo se alejaba y, después, fue hacia donde esperaba Cóvex, prosiguiendo el camino. No le dirigió la palabra hasta que pararon a comer, pero a él le pareció ver que ella tenía los ojos enrojecidos de llorar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Recuerda que en éste blog no están permitidos los enlaces de ningún tipo. Si en la moderación de los comentarios encontramos alguno, procederemos a borrar vuestra aportación.
Lamento la situación, pero la ley nos obliga.