Puede ser que el viaje no esté mal, pero no sería lo mismo si lo hubiera emprendido yo sola. Porque con él iría hasta el fin del mundo si me lo pidiera, y seguiría pareciéndome un buen viaje. Lo que, teniendo en cuenta que (según cuenta él) en el fin del mundo sólo hay cabida para la muerte, es mucho decir.
Pero en esta ocasión no iremos tan lejos. Creo que dijo algo acerca de visitar uno de los planetas que giran alrededor de Alfa Centauri. ¿O la estrella que mencionó era Betelguese? En el fondo, el destino no importa; como dicen los grandes poetas, lo importante es el camino.
Y con quien lo andes, claro. Porque no es igual acompañarle a él que a cualquier otro. Porque con él, todo adquiere una nueva dimensión. Porque con él te sientes joven, viejo, sabio y tonto al mismo tiempo. Porque te hace ver las cosas siempre desde otra perspectiva, viajar con él siempre es una aventura. Incluso si se trata de ir a comprar patatas fritas.
¿Alguien adivina en qué serie y personaje pensaba cuando escribí esto?
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Lamento la situación, pero la ley nos obliga.