Publicada originalmente el 25 de septiembre de 2008, por Erebyel
Se levantó cuando el sol ya estaba ocultándose detrás del mar, el oleaje rompía en calma aquella tarde, no como la anterior. Recordó entrar en el viejo faro a guardarse del viento, oyó claramente la voz y subió.
La chica no recordaba nada más allá del último escalón del faro, antes de llegar a la habitación que guardaba el control del lugar.
Caminó hacia el pueblo, lo más probable es que su padre se hubiese preocupado por ella aunque hubiesen discutido.
Encontró muy tranquilo el pueblo, no se oía nada, ni una risa, ni un llanto. Todo estaba en silencio, como cuando en aquella población falleciera alguien. Se preguntó quien. ¿Tal vez la vieja que hilaba los abrigos del invierno? O, tal vez, ¿el leñador?
No lo sabía, y tampoco le importaba. Sólo quería volver a casa, aunque de repente se vio en un lugar que no conocía. No sabía que pasaba; hacía un momento estaba delante de la puerta de su casa, pero aquel lugar estaba en penumbra, sólo alumbrado por los últimos rayos de sol.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Recuerda que en éste blog no están permitidos los enlaces de ningún tipo. Si en la moderación de los comentarios encontramos alguno, procederemos a borrar vuestra aportación.
Lamento la situación, pero la ley nos obliga.