Finde Nostálgico: Amor de Hijo

Publicado originalmente por Erebyel

No recomendaría la lectura de esta entrada a niños o jóvenes impresionables.

Las horas pasaban lentas, mientras él miraba a través del cristal, por unos prismáticos oscuros al piso que se encontraba delante del suyo. Volvió a girar la cabeza para mirar la puerta de su habitación, como había hecho ya más de cinco veces en los últimos quince minutos.

Tras eso, volvió a dejar de nuevo el teléfono móvil sobre la mesilla que tenía a su lado. Suspiró, intentando relajarse y volvió a fijar la vista en sus vecinos.
Entonces sonrió para sí, satisfecho: su vecino acababa de entrar por la puerta de su casa. Como todas las tardes, dejó su maletín en un rincón de la entrada, al lado de la mesita del recibidor. Se quitó la chaqueta negra de Armani, dejándola impecablemente colgada en la percha del vestíbulo. Como siempre fue hacia la cocina a picotear algo, siempre lo hacía; y el observador indiscreto lo sabía bien…
Tras ello, se dirigió a su habitación, como siempre; él joven oteador sonrió satisfecho prediciendo lo que iba a ocurrir.
El hombre, que ya rondaba la cuarentena, encendió la luz y se quedó completamente paralizado al ver su refinada habitación completamente roja: todo, cada rincón de la habitación había sido salpicado con sangre… con la sangre de su esposa.
El impasible chico que miraba al petrificado hombre desde el lugar seguro que era su habitación, se arrodilló al lado de su cama y sacó un maletín de tapa dura de debajo de ella. Con lo que sacó de su interior se acercó a la ventana y la abrió.
Colocó el arma bien apoyada en la cornisa de la ventana. Apuntó. Y disparó.
El hombre cayó desplomado en el suelo, con un solo agujero en su cabeza.
El chico, sonrió; incluso se carcajeó al matar a su padre. Guardó el arma y se miró las manos: aún tenía la sangre de la segunda mujer de su padre reseca en las manos.
- Así no volverás a hacer daño a mamá – dijo simplemente.