jueves, 19 de febrero de 2015

Historias de Canción 3

Vuelve a ser mi cumpleaños y de nuevo nos juntamos mil y una personas. Amigos, tíos, primos... y los compromisos. Porque ser hija de un famoso hace que existan multitud de compromisos, a los cuales, en general, no desearía ver ni de lejos. Pero es lo que hay.

O lo que había, puesto que este cumpleaños será diferente. No es que no vaya a haber una fiesta multitudinaria, que la habrá. Pero ni yo ni mis verdaderos amigos estaremos en ella.
Al principio sí, claro, pero el plan es escabullirnos enseguida y colarnos por un hueco en la valla que da a la casa de al lado. La señora, ya mayor, no suele recibir visitas de sus nietos, por lo que se entusiasmó al escuchar mi idea. Dice que podemos dejar lo que necesitemos en su casa (comida, bebida, algún juego de mesa...) y que nos recibirá encantada.
Por tanto, querido diario, este año seremos, en lugar de 1.823 personas (creo que son más invitados que el año pasado), unas cuatro. Cinco si contamos a mi vecina.
Este año, al fin, tendré un cumpleaños de verdad.

2 comentarios:

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Lamento la situación, pero la ley nos obliga.