martes, 21 de julio de 2015

Misión 59J319


  • Objetivo 1: Encontrar qué produce el extraño ruido que se escucha en el salón del Hogar.
  • Objetivo 2: Ponerle fin.
  • Agente para la misión: Elu
Nos encontramos en el salón del Hogar. Todo el mundo está fuera u ocupado con algo, momento del día que Elu suele aprovechar para hacer sus deberes hasta que Lyn llegue con la compra y vaya a ayudarle a colocarla. Así que es el único presente cuando comienza el ruido.

No es un ruido atronador como pudiera ser el de una taladradora. Es algo más sutil, difícil incluso de distinguir del propio ruido que hace el niño al escribir. Pero una vez lo identifica, no es capaz de quitárselo de la cabeza. Llega un momento en que la molestia es tal que decide seguir a su oído para intentar ponerle fin.

Se levanta de la silla y se coloca en el centro del salón con los ojos cerrados y completamente en silencio. Por un momento no oye nada, pero pronto el sonido regresa, y parece que con más fuerza. Elu frunce el ceño intentando identificar de qué se trata. Se asemeja al ruido de rascar la madera con una uña, pero eso no le ayuda.

Poco a poco, va siguiendo el ruido hasta su fuente: algún punto de la parte alta de la estantería. Con  un resoplido pero decidido a continuar, Elu va en busca de la escalera. Una vez la abre, se sube a ella con cuidado. Y descubre lo que tanto perturbaba su concentración.

En el hueco entre un libro y la parte alta del estante en que se encuentra está teniendo lugar una pelea. Una pelea en miniatura debido al tamaño de los contrincantes, aunque no es pequeña en su fiereza. A un lado hay una pequeña araña de color amarronado; al otro, una especie de avispilla. Y es su confrontación la que provoca el ruido que ha estado molestando a Elu.

La primera parte ya está hecha: localizar el problema. Ha llegado el momento de encontrar un modo de ponerle fin. ¿Qué hacer?

Una opción sería ir a por el "mata-bichos", pero le parece un poco cruel. Al final resuelve ir a por una cajita que hay por ahí, de tamaño similar al de las cerillas. Con cuidado y la ayuda de una hojita de papel, mete a los contendientes en la caja. Luego corre al jardín, donde libera a sus prisioneros.

Cuando Lyn llega con las bolsas de la compra, el único sonido que se oye en el salón es el del lapicero de Elu rasgando el papel.

Estado de la misión: finalizada con éxito

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Lamento la situación, pero la ley nos obliga.