lunes, 6 de julio de 2015

La mochila de Olaf

¿Por qué un niño no puede tener una mochila de Elsa o Ana y se tiene que contentar con una de Olaf? Cierto que es de los mejores personajes de la película pero, ¿y si a él no le gusta el muñeco de nieve? Es posible que, aun tratándose de un niño, le guste más Elsa. Después de todo, en la película es la única con poderes mágicos, y tan pronto da vida a un pequeño y tierno muñeco de nieve como lo hace con un gran y poderoso monstruo del mismo material.

Este es un mero ejemplo de la incongruencia que nos domina. Nos quejamos de que la sociedad acostumbra a dividir azul y rosa según se sea niño o niña... y así con todo. Ponemos el grito en el cielo cuando a una niña no le dejan, por ejemplo, jugar al fútbol con los niños en el patio del recreo. ¿Pero cómo permitir a un niño ir al colegio con una mochila "de niña"?

Si queremos evitar las desigualdades en el patio del colegio, debemos comenzar en casa. Y comprar una mochila de Olaf a un niño porque le gusta ese personaje, y no porque "es para un niño y no va a llevar una mochila de princesas".

Sin embargo, sé que es difícil. Yo misma, hace algunos años compré un peluche de Botas para un niño al que le gustaba la serie de Dora la exploradora, sin analizar si el mono le gustaba o no (y sabiendo que el personaje de Diego, un niño que no siempre sale, le resultaba aburrido). En este caso concreto, puedo decir en mi defensa que a mí el que me gusta es Botas. Aun así, el problema es el mismo.

¿Cómo podemos evitar esto? Por mi parte, no tengo ni idea. Resulta más fácil criticar a los demás que cambiarse a uno mismo. Así que, si alguien tiene alguna idea para lograrlo, que por favor lo diga.

Gracias.

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