- Objetivo parcial: dar con los planos y adquirirlos
- Agentes para la misión: Lirv y Nys
Tras un examen exhaustivo deciden que, en materia de seguridad, los Otros dan más asco incluso que ellos mismos. Así que deciden entrar, lo más sigilosos posible, y llevarse ya los planos.
Al principio todo parece ir bien. Nys abre la puerta de la cabaña con un complicado truco del Clan y entran. La puerta se cierra tras ellos y, cuando se les han adaptado los ojos a la escasa luz del interior, observan la escena.
A su izquierda hay una pequeña chimenea encendida con matojos y papeles arrugados de lo que parecen intentos de escribir una carta de amor. En frente de ellos hay una maciza mesa de escritorio con lo que parecen los planos de algún tipo de maquinaria sobre ella. A su derecha... cuatro agentes de los Otros con miradas hostiles.
No hablan. No se saludan siquiera, ya que todos ellos saben porqué los demás están ahí. En unos segundos se desata la pelea y, por tanto, el caos.
En condiciones normales habrían podido abatirles con rapidez pero, como se trataba tan solo de una misión de reconocimiento, Lirv no ha permitido que Nys trajera su espada. Eso, y lo pequeño que resulta el espacio para tan numerosos contendientes, hace que la balanza no se decante hacia ninguno de los lados.
De repente, alguien grita alarmado, y todos se detienen. La habitación ha quedado destrozada con la pelea. Pero lo más grave es que la mesa se ha volcado, y su contenido ha caído en la chimenea. Incluyendo los planos de la máquina climática.
No saben, y quizá no lo sepan nunca, quién es el responsable final de dicho acto. Pero, a juzgar por cómo los Otros se arriesgan a padecer graves quemaduras por recuperar algún pedazo de los planos, es obvio que no había copias. Derrotados y tirando ya la toalla, miran a su alrededor y se descubren solos.
Estado de la misión: parcialmente exitosa... por casualidad
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Lamento la situación, pero la ley nos obliga.