Publicada originalmente el 14 de septiembre de 2009, por Araxis
La última clase del día era la de tutoría, por lo que había poca gente, cosa que suele ocurrir en las clases en que no se hace nada útil, especialmente si son a última hora y habiendo un estreno cinematográfico a la vista. Aquel día Susana comenzó hablando de ciudadanía.
-Bien, chicos, ¿alguien puede darme una definición de ciudadanía? -preguntó y, por supuesto, Sandra fue la única que levantó la mano.
-Ciudadanía es el conjunto de los ciudadanos de un pueblo o nación.
-Muy bien. Los ciudadanos tienen garantizados unos derechos. ¿Podrías decirme alguno? -preguntó dirigiéndose ya a la única que le prestaba atención.
-Un ciudadano tiene derecho a ser atendido en la sanidad pública, tiene derecho a la educación, tiene derecho a votar...
Mientras continuaba enumerando derechos, Victoria le pasó una hoja de papel con algo escrito a Bernabé.
¿Y los ciudadanos no tenemos derecho a no oir a Sandra? (Victoria)
¡Victoria, por favor! ¡Sé más piadosa con tu compañera! (Bernabé)
¿Piadosa? ¿Por qué? Ella no lo fue cuando me copié de su examen. (Victoria)
¿Robaste el fruto del estudio de una compañera? Espero que te castigaran. (Bernabé)
Pues sí... Oye, tú estabas sentado cerca de mí, ¿es que no lo recuerdas? (Victoria)
No. Se da el caso de que yo durante un examen rezo a Dios para que no me distraigáis y pueda concentrarme. (Bernabé)
¿Y funciona? (Victoria)
La prueba de ello es que no me enteré de tu transgresión hacia las normas establecidas. (Bernabé)
¿Mi qué? Es igual... Oye, ¿crees que si rezo a Dios antes de un examen puedo aprobar? (Victoria)
Dios ayuda a quienes se ayudan a sí mismos. (Bernabé)
¡¿Qué?! (Victoria)
Que rezar no te valdrá de nada si no has estudiado antes, Victoria, así que desecha esa idea de tu cabeza. (Bernabé)
Entonces, ¿para qué vale rezar? (Victoria)
¿Cómo qué...? (Bernabé)
Apretando fuerte el boli, como hacía cada vez que estaba tenso, Bernabé se puso a murmurar.
¿Qué haces? (Victoria)
Rezo. (Bernabé)
Rezo. (Bernabé)
¿Pidiendo qué? (Victoria)
Paciencia para no responderte de manera inadecuada entre ciudadanos de un país civilizado como es éste. (Bernabé)
Victoria alzó la vista y miró por la ventana hacia el patio, donde se estaba formando una pelea con mucho público. Después miró a Sandra y Susana manteniendo un diálogo ajenas a los gritos pidiendo sangre procedentes del patio y escribió una réplica a Bernabé que quedó sin respuesta por el toque del timbre.
¿Estás seguro de que estamos en un país civilizado? (Victoria)
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Lamento la situación, pero la ley nos obliga.