domingo, 21 de febrero de 2016

Los nombres de las estrellas

Hace poco fui a ver "El despertar de la Fuerza", y me di cuenta de algo que suele ocurrir en toda clase de traducciones:hay nombres propios (o casi) que a veces se traducen (literalmente o no) y otros que no lo hacen nunca.

Pongamos tres ejemplos de esta misma franquicia, y empecemos por su nombre. Allá por 1977 se publicó una película que daría pie a muchas otras y demás productos de toda índole. Originalmente fue llamada "Star Wars", nombre que fue asociado posteriormente al conjunto de historias de la saga, pasando esta película a denominarse "A new hope".

El caso es que aquí "Star Wars" fue traducido como "La guerra de las galaxias", si bien la historia sucede en una única galaxia con muchas estrellas. Este cambio de las estrellas originales por galaxias podría inducir a error o confusión entre quienes se adentran a esta historia, ya que el comienzo "... en una galaxia muy lejana..." se contradice con el título en español.

Este es un ejemplo de las traducciones que, equivocadamente o no (luego tocaré este punto), modifican el significado del original.

El segundo caso sería el de las traducciones literales, de las que pondré dos ejemplos. Siguiendo con el título de la primera película, "A new hope" se tradujo en España como "Una nueva esperanza". Además, la gran nave del Imperio presente de un modo u otro en casi toda la película, la "Death Star", aquí se llamó "Estrella de la Muerte". Literal (salvo que alguien diga que la traducción literal sería "estrella mortal", en cuyo caso no estaría 100% segura de qué responder).

Queda el último caso, el de la no traducción. En esta última película, además de Rey, podría decirse que también es protagonista el Starkiller. No daré más detalles por si alguien no la ha visto, sólo diré que el nombre permanece inalterado en el doblaje en español y resulta bastante descriptivo.

Con esto sólo quiero mostrar la falta de uniformidad de criterios sobre si traducir o no los nombres. Mientras que hay gente incondicional a la idea de traducir absolutamente todo lo traducible para facilitar la comprensión, otros abogan por no traducir nada que pueda considerarse un nombre propio.

Por mi parte, me siento un tanto dividida entre ambas opciones, y suelo decantarme por una u otra según la situación. Sin embargo, lo que sí tengo claro es que a veces, en caso de traducir, no es recomendable hacerlo literalmente por la pérdida de sentido. Las "blue movies"* (películas azules, literalmente) puede parecer para niños si no cambiamos el color azul por el verde al traducir.

*Es probable que no se utilice este término para calificar las películas en inglés, no lo sé, pero los significados azul-verde sí son verídicos, por eso lo usé de ejemplo.

¿Qué opináis vosotros de este tema tan controvertido?

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