domingo, 13 de diciembre de 2015

Finde Nostálgico: Historias de Clase... 2

Publicado originalmente el 18 de diciembre de 2009, por Natsuki y Erebyel

Una vez más, las clases se nos hacen cuesta arriba y cómo no, buscamos la manera de no dormirnos: aquí va otro cuento absurdo escrito entre Natsuki y Erebyel.

Estaba oscuro, hacía un frío congelante, hablaba sin parar con acento grotesco. Se acercó a su interlocutor de forma peligrosa pudiendo notar, si respirase éste, el olor a vino agrio que desprendía. Con el entrecejo fruncido se tocó la nariz y tosió bruscamente.

- ¡No! ¿No puedes entender lo que te digo? Claro, claro, es que es complejo, complejo.
- ¿Disculpa? - imaginó éste que le preguntó la señorita vestida con una gabardina gris y un sombrero de hombre ladeado hacia la izquierda, lo que le oscurecía el rostro completamente debido a la escasa luz de aquel antro. No se movió.
- Cada día tienes peor aspecto señorita, deberías dejar de fumar - le dijo con repentina alegría, dando saltitos.
Luego, inesperadamente, cogió al perchero con quien mantenía la conversación por la supuesta cintura y éste se tambaleó haciendo que el sombrero diera vueltas en lo alto; lo arrastró hasta la pared y con delicadeza le acarició la figura, sin darse cuenta que era un simple palo.
Le susurró al oído palabras indignas. Se rió por lo bajo y luego, repentinamente gritó enfurecido y la tiró al suelo con violencia.
- ¡Furcia! ¿Para qué te pago? ¡Muevete! - dijo lanzandose sobre el perchero y clavándoselo en la entrepierna, ni lo notó de lo borracho que estaba. Añadió: - veo que eres sumisa, tranquila, yo sabré hacer... ¿te va el rollo sadomaso?.
De repente notó que en contra de su voluntad algo tiraba de él hacia atrás, pero no supo bien qué era. Algo lo separaba de su amado perchero, que observó cómo se quedaba quieto en el suelo y no acudía a su rescate. Se giró para ver quien había interrumpido su romance y vio cómo el camarero, a cámara lenta le pareció, levantaba el puño para dirigirlo hacia su mejilla. Aunque lo vio venir, no fue capaz de apartarse de lo atónito que estaba. El puñetazo le hizo tambalearse, pero el propio camarero le seguía sujetando. Una vez más espabilado el borracho, el camarero lo sacó "amistosamente" de la taberna y cerró la puerta tras de sí.
Él esperó a que el camarero desapareciera tras la puerta para volver a entrar. ¡Nadie le impediría estar con su chica!

3 comentarios:

  1. Generalmente sucede que navegando por aquí y por allá, linkeamos y aparecemos en algún blog interesante ¿por qué hablo en plural??? bien, eso me pasó y encontré tus post, me divertí mucho leyéndolos. Tu estilo es fresco y vital, me daba la sensación de estar en la clase.

    Te dejo mis saludos. Volveré a visitarte.

    Ah! olvidaba decirte que soy docente...jeje

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  2. Gracias por el comentario, en el próximo cuatrimestre escribiremos más.... por que habrá clase. ;) saludos

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  3. Bueno, todo depende de lo entretenidas (interesantes) que sean las asignaturas :D

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Lamento la situación, pero la ley nos obliga.