Finde Nostálgico: Conversaciones de Papel (39)

Publicada originalmente el 13 de noviembre de 2009, por Erebyel

En física hicieron una práctica en pareja, de forma excepcional, y el profesor obligó a J.J. a hacerla con Bernabé. Pascual recogió las tres preguntas diez minutos después, con la esperanza que en tan poco tiempo hubiesen hecho la prueba. De la emoción de corregir la práctica, se olvidó de que tenía que enseñar; se sentó en la mesa y se puso a corregir.

Parece que el profesor se ha olvidado de nosotros (Bernabé)
¡Calla! Que así no nos enseña. Oye, ¿tú sabes lo que son 10ml? (J.J.)
Sí atendieras en clase lo sabrías. Además, ¿eso no se enseña en primaria? (Bernabé)
Sí, bueno, pero tengo la costumbre de olvidarme de esas cosas durante el verano (J.J.)
¡Bendita alma de Jesús! ¿Cómo piensas ser alguien en la vida? (Bernabé)
¡Seré cantante! ¿Es que no se me nota mi arte? Claro, ¿cómo vas a apreciarlo tú, aspirante a cura? (J.J.)
Yo no aspiro a cura, aspiro a tener una familia con una mujer que me de muchos hijos que pasten en la villa del señor (Bernabé)
Tío, necesitas un psic... oye ¿es psiquiatra o psicólogo? Bueno tú vete a los dos (J.J.)
Acaso, hermano Juan José, ¿eres más feliz haciendo que esas respetables aunque vanas personas que intentan encontrar un significado erróneo a la vida tengan más esperanzas de encontrar más errores? (Bernabé)
Tío, no he entendido lo que has querido decir... espera que lo releo (J.J)
Vale, ¿eso no se lo deberías decir a los científicos? Otra cosa, si tanto los odias, ¿por qué estás en el Bachillerato de Ciencias? (J.J.)
Quiero ver con mis propios ojos, los que dios me dio, por qué se empeñan en ir por el mal camino. Por eso mismo, te preguntaré: ¿Por qué te interesa tanto saber lo que son 10 ml? (Bernabé)
Verás, es que ayer fui al urólogo. (J.J.)
¿Tienes problemas de salud? Si rezas seguro que Dios te ayudará (Bernabé)
¡Caya! Y déjame contártelo, joder. Y no me vuelvas a quitar bruscamente nunca más el papel porque te mataré si lo haces.(J.J.)
Qué agresivo, cuenta. Aunque no entiendo que tiene que ver el urólogo con los 10 ml (Bernabé)
Bueno, verás, fui al urólogo porque me mandaron a hacerme unas pruebas y necesitaban una muestra de semen; y fui a llevárselas. (J.J)
¿Por qué necesitaban tus semillas? ¡Qué atrocidades harán con ellas! No quiero ni pensarlo. ¿No tienes remordimientos por ello? Tú madre penará mucho por tu falta (Bernabé)
¿Qué falta? Mira, no sé por qué te lo cuento... El caso es que yo le llevé mi muestra y el tío se quedó sorprendido (J.J)
¿Por qué? (Bernabé)
Te pica la curiosidad ¿eh?... verás es que al parecer me ha dicho que no es muy normal que cuando te corras expulses tanto (J.J.)
¡Madre de Dios! (Bernabé)
Joder, tío, no te escandalices, que somos colegas y estas cosas los amigos se las cuentan (J.J.)
Pues yo no hago esas cosas (Bernabé)
Jo, colega. Yo sólo quería que me dijeras qué te parece, ¿que si debo llamar a la tía a la que me tiré el sábado y que si debería disculparme por haberle dejado todo eso dentro (J.J.)
¿Por qué me cuentas tus pecados? ¡Cuéntaselos a un cura! Yo no puedo absolverte (Bernabé)
¿Pecados? ¿De qué hablas? Si yo sólo quiero...(J.J.)
Si estuviera en mi mano, y Dios hubiese dispuesto que yo te ayudara, lo haría pero... no puedo absolver a tu alma por tremendo pecado, del que parece no te arrepientes (Bernabé)
Joder, tío, que corta rollos eres (J.J.)
Mira, creo que lo mejor que podemos hacer es dar por terminada ésta conversación. Además, ya que tengo tiempo quiero repasar un par de capítulos de La Biblia. (Bernabé)
¿La Biblia? ¿Te has leído ese tocho? (J.J.)
Que Dios te perdone por las aberraciones que pareces no ser consciente que dices. Y como dije antes: voy a ocuparme de asuntos importantes ahora que tengo tiempo. (Bernabé)
Joder, tío, que borde... Va a ser verdad eso de que necesitas un psiquiatra (J.J.)
Juan José, por favor... culturizate y vuelve al buen camino. Mientras tanto pediré por tu alma (Bernabé)
Tío, eres un verdadero bicho raro (J.J.)

Dicho ésto, Bernabé dejó la nota a un lado y se puso a repasar la biblia mientras rezaba por lo bajo pidiendo el perdón por el alma perdida de J.J.

El resto de la clase siguió igual y un decepcionado Pascual, casi al final de la hora, entregó las prácticas mostrando su disgusto por lo poco que habían sido capaces de hacer.