Publicada originalmente el 18 de marzo de 2010, por Erebyel
Corretear por algo que no fueran bosques de hormigón y acero ya no era posible, los niños ya no conocían los colores. Hacía tiempo que era más importante buscar soluciones para poder seguir viviendo. Ya no existía infancia, ni los árboles.
Unos niños fueron hasta los límites de la ciudad, con muros tan altos que se perdían en el propio cielo y soñaron con lo que podría haber detrás. El más grande les contó que hacía cientos de años existían unas fantásticas criaturas inmoviles llamadas árboles. Decidieron hacer algo que nadie hacía desde hacía varios siglos: salir fuera de la ciudad amurallada.
Tras conseguir burlar la nimia vigilancia que existía en la única y pequeña puerta de salida consiguieron ver lo que ya nadie recordaba y que hacía siglos se había convertido en mito: un inmenso y espeso bosque lleno de criaturas extravagantes se extendía ante ellos. Redescubrieron la naturaleza.
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Lamento la situación, pero la ley nos obliga.