Misión 59J323-1

• OBJETIVO 1: demostrar que el primo de Nys no mató a So I. Matable
• OBJETIVO 2: encontrar al verdadero asesino
• Agentes para la misión: Lirv y Alon

Estamos en el despacho de Tido, quien de nuevo está... en alguna parte menos ahí, por supuesto. Así que Nata ha tomado las riendas de todo, como de costumbre, y ha convocado a Lirv y Alon a su despacho.

–El asunto es grave –les comunica–. Se trata de un asesinato. Pero no es un asesinato cualquiera.

–¿Por qué? –pregunta Alon–. ¿Se trata quizá del asesinato de algún diplomático?

–No, no es eso –afirma el ordenador–. No es tanto la identidad de la víctima, que de hecho es alguien normal y corriente, como del presunto asesino. El hombre que la policía cree que lo hizo, vamos.

–¿De quién se trata? –interviene ahora Lirv–. ¿No habrá sido Nys, verdad?

–Caliente, caliente, pero no. Se trata más bien de uno de sus primos, que además es un joven miembro del Clan –declara–. Por supuesto, él afirma que es inocente. Si esto es cierto y le encarcelan, el Clan se pondrá furioso y habrá sin duda otras víctimas. Vuestra prioridad es, por tanto, demostrar si fue o no él. Y, ya en caso de que realmente sea inocente, descubrir al verdadero culpable. –Los dos asienten–. Ahora, los datos. –En este momento su pantalla se llena con fotografías de la escena del crimen y datos de la víctima–. El muerto se llama So I. Matable, y es vecino de la Calle de los Tiros desde hace ya algunos años. Su asesinato se produjo de forma rápida y limpia (si es que a tal cantidad de sangre se le puede dar ese nombre). Causa de la muerte: cuello cortado. En la pantalla pueden verse los detalles.

Tras un momento en silencio analizando la información Lirv sonríe, relajándose un poco.

–Llama a la policía, Nata –pide–. Puedes decirles que el primo de Nys es inocente. Ni él ni ningún otro miembro del clan ha acabado con la vida de So I. Matable.

–¿En qué se basa esa aseveración? –inquiere Alon, intrigado por la agudeza de su compañero.

–En el fondo, es una chorrada –afirma éste–. Fíjate en el informe del forense. Asegura sin dejar ningún género de dudas que el asesino utilizó un arma de filo liso para rasgarle el cuello. Una de las normas del Clan obliga a utilizar, para ese mismo tipo de herida, un arma de filo serrado. Por tanto, no ha sido nadie que se digne a considerarse miembro del Clan.

ESTADO DE LA MISIÓN: en proceso