Finde Nostálgico: Conversaciones de Papel (27)

Publicada originalmente el 7 de septiembre de 2009, por Erebyel

Lorenzo entró en el laboratorio y comprobó que estaba vacío. El profesor bufó y subió las escaleras hasta la clase de segundo de bachillerato, con quien tenía clase. Entró con los brazos en jarra y miró a toda la clase desde la puerta. Todos se le quedaron mirando, alguno le preguntó qué pasaba y le explicó que hoy tenían la primera clase en el laboratorio. La mitad de la clase bufó de fastidio y la otra mitad pareció alegrarse de que pudieran juguetear con cosas de laboratorio.



Todos siguieron al profesor hasta allí y luego se colocaron en las mesas de mármol por parejas. Lorenzo repartió hojas con los nombres de los materiales básicos que iban a utilizar y empezó a explicar su utilidad.

Jo, yo pensé que íbamos a hacer estallar algo (Fernando)
¿Por qué te has puesto conmigo? (Julio)
Porque eres mi amigo, ¿qué tonterías preguntas? (Fernando)
Ya lo sé, pero ¿y Lucy? Estás saliendo con ella y no te pones con ella (Julio)
Ya... pero es que no quiero que se entere la clase y además, ella prefiere ponerse con Andrea. Yo no le ofrezco una gratificante nota como lo hace Andrea, ya sabes lo despistado que soy (Fernando)
Ya, eso lo dices ahora pero luego sacas notables altos y sobresalientes (Julio)
Cuestión de suerte, supongo. Porque ya sabes que soy incapaz de estudiar ni atender (Fernando)
Recuerda que tampoco eres capaz de dejar a nadie estudiar ni atender si está a tu lado (Julio)
¿Entonces como apruebas? (Fernando)
Bueno... es que...no se lo digas a nadie pero quedo por las tardes una horita con Andrea para estudiar juntos y me soluciona muchas cosas (Julio)
Julius, te has puesto coloradete. ¿Es que acaso la dama ha hecho presa a tu corazón? (Fernando)
¿Por qué eres tan cursi hablando, elfito? Me gusta, nada más (Julio)
¿Ha habido algo? (Fernando)
No (Julio)
¿Por qué? (Fernando)
Porque me ha confesado que a ella quien le gusta es J.J. (Julio)
¿En serio? Pero si es idiota, tiene barriguita y parece que tiene dos pelotas de tenis metidas en la boca... esos mofletes son antinaturales. No son nada estéticos. (Fernando)
Exageras, es bastante atractivo para las chicas... no sé, tiene esa cosilla que les gusta a ellas, en cualquier caso soy sólo su amigo (Julio)
Tal vez sólo te considera su amigo porque cree que no se merece tu amor, ¡Confiésale lo que sientes por ella! (Fernando)
¿Te has vuelto loco?... Perdón, ¿te has vuelto aún más loco de lo que ya estas? (Julio)
No, es sólo... luego seguimos hablando que el profesor está diciéndonos algo importante (Fernando)
Vale (Julio)
El profesor Lorenzo les pidió que se pusieran todos en la otra punta de la clase mientras cogía algo de un bote y un poco de agua y la ponía en un vaso de precipitado. Luego miró a toda la clase.
- Una vez alguien robó una barrita de sodio de un laboratorio y se lo guardó en el bolsillo. Al rato se olvidó y metió las manos sudadas dentro, ¿sabéis lo que pasó? Se le quemó la piel. - Toda la clase murmuró. - Bien, pues esta es la explicación de porqué se le quemó la piel.
Tras esto cogió la barra de sodio y les explicó que era sodio la barra blanca que sostenía, se colocó sobre los ojos unas gafas protectoras y se alejó todo lo que pudo del vaso de precipitado. Calculó y lanzó el sodio dentro del agua. Estalló en una nube de humo blanco que se expandió por toda la clase e hizo estallar el vaso de cristal.
El profesor medio asfixiado abrió una ventana mientras movía las manos y se acercaba a la pizarra tosiendo.
- Cuando el sodio se mezcla con agua se forma hidróxido de sodio más conocida como soda caustica, además de hidrógeno - mientras hablaba escribió la ecuación estequiométrica 2Na + 2H20 --> 2 NaOH + H2 -. Normalmente, durante la relación se libera mucho calor y el hidrógeno puede quemarse, pero a veces no ocurre. En fin, espero que os haya gustado la demostración de lo peligroso que puede ser no atenderme y hacer las cosas sin saber que se hace. Así que, para que sea segura esta clase de laboratorio, siempre hacerme caso y en caso de duda me preguntáis, ¿vale?
Oyó el timbre de final de clase y dio un salto justificándose en que la clase le había parecido demasiado corta. Dejó salir a los alumnos mientras seguía agitando el aire y limpiaba los restos del experimento mientras se reía encantado de la vida.